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La comunidad virtual de aprendizaje "Aprendizaje y educación"

Presentación

 

Este proyecto tiene el objetivo de establecer criterios para valorar y proponer una iniciativa sobre el uso y desarrollo de las comunidades virtuales de aprendizaje como alternativa a las desmandas educativas en la sociedad del conocimiento (SC). Para ello se establecen algunos elementos de reflexión sobre las dinámicas de la SC y sus efectos de cambio e influencia en la educación. Así mismo, y con el antecedente sobre el fenómeno del desdibujamiento  del sentido escolar (Coll, 2010, 2013) proponemos el establecimiento de modelos educativos que respondan a la mejora de la educación con el sentido de plantear alternativas de cambio sobre el modelo actual. En este sentido, la propuesta del trabajo estriba en que las comunidades de aprendizaje son una alternativa viable para conectar a los agentes educativos con aquellos que con una implicación directa en la educación se ubican fuera del contexto escolar (familia, grupos recreativos, colectivos religiosos, etc. Pensamos también que esta situación implica un replanteamiento del aprendizaje como un proceso distribuido (Cole & Engeström, 2001; Salomon, 2001) y situado (Lave, 2001; Lave & Wenger, 2003). Finalmente se espera que este ejercicio pueda aportar elementos de orden teórico sobre algunos temas de actualidad con el fin de proveer un bagaje de referentes por los cuales se pueda hacer un asesoramiento psicoeducativo pertinente.

 

 

1. La Sociedad del Conocimiento y su relación con la educación

 

El siglo XXI ha sido marcado por cambios paradigmáticos importantes.  Esto se explica dada la presencia creciente de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todos los ámbitos de la vida así como de las transformaciones sucedidas en el modelo económico hacia uno más globalizado (Castells, 1994; Tedesco, 2003, 2011); además las dinámicas culturales se ven afectadas así como la ampliación del espacio público del conocimiento (UNESCO, 2005). El eje de todo este reposicionamiento son tanto los flujos de información como las posibilidades de conectividad entre los distintos propósitos de orden personal, social, económico y de trabajo que caracterizan el cambio experimentado en muchas de las esferas de la actividad humana (OECD, 2012). En este sentido es como se comprende el impacto directo de la SC y las TIC en el ámbito educativo pues el aumento significativo en la producción de conocimientos así como el rápido acceso a una amplia gama de informaciones posibilitan el despliegue de una amplia gama de aprendizajes y conocimientos como en ninguna época de la historia de la humanidad.    

 

Como es de suponer estos cambios han planteado muchos desafíos para las instituciones formales de educación, quienes se han visto cuestionadas sobre su papel educativo ante la multiplicidad de contextos para aprender y conocer. La implicación más importante de este fenómeno es que hoy en día se aprende tanto o más fuera de la escuela que dentro de ella. Es así como se comprende que un gran porcentaje de la población estudiantil presentan dificultades importantes en atribuir sentido a lo que aprenden, en otras palabras pareciera que los más jóvenes sienten que lo que aprenden en la escuela no tiene relación con lo que les interesa y los motiva así como con su identidad presente y futura (Coll, 2013). En este sentido cabe señalar que uno de los retos más importantes de este época es que la escuela transite hacia perspectivas más dinámicas, incluyentes y complejas que superen la simple transmisión de saberes culturales, el papel de la tanto del escuela como de la educación formal será convertirse en elementos por los que se generen aprendizajes que satisfagan las demandas educativas del contexto de la SC (Coll, 2010). El hecho es que lo que se aprende en las escuelas de eduación básica o incluso en las universidades, permita que las personas se desempeñen como profesionales activos y propositivos así como ciudadanos plenos a lo largo y ancho de la vida (Barrón, 2006). Este propósito se plantea en contraposición al modelo tradicional de escolarización, donde la formación recibida era suficiente para garantizar un buen desempeño laboral y social. En este sentido, hemos de comprender que en la SC, los conocimientos se vuelven obsoletos con mucha mayor rapidez que antes; situación que obliga a las personas a continuar formándose por un largo periodo de su vida activa tanto en lo personal como profesionalmente.

 

2. Cambios y perspectivas para la comprensión de la educación

 

Ante este escenario, algunos autores han postulado que la escuela ya no es el agente mas importante para la transmision de los saberes. Ello se debe, en parte, a que los sujetos pueden aprender casi en cualquier momento y lugar mediante el uso de las TIC dadas sus caracterisricas de ubicuidad. En otras palabras, el uso de las TIC permite aprender mas allá de los contextos de educación formal vinculando informaciónes y contextos de aprendizaje así como conectando oportunidades de aprendizaje. Además y como ya se indicó no sólo es posible sino deseable aprender a lo largo y ancho de la vida y en una amplia variedad de contextos y a través de la intermediación de diversos agentes educativos tal y como se propone desde la perspectiva de la nueva ecología del aprendizaje (Barron, 2006, Coll, 2013). Siendo así, la propuesta de la nueva ecología del aprendizaje se establece mediante la reflexión y cambio de los siguientes elementos:

 

  • Dónde y con quién: múltiples agentes y escenarios educativos.

  • Cuándo: durante toda la vida.

  • Qué: competencias o habilidades básicas necesarias para el siglo XXI.

  • Para qué: fomentar alumnos competentes capaces de aprender siempre así como gestionando su propio aprendizaje.

  • Cómo: A través de la participación en comunidades de interés, la práctica y el aprendizaje. Con la utilización de un lenguaje diferente, los medios de representación de la información (sobre todo visual) y el uso de las TIC como medio de acceso a la información y el conocimiento.

 

Mención aparte, pero directamente vinculada con la perspectiva anterior, se tiene la propuesta de que para innovar y redefinir las dinámicas educativas en la SC el conocimiento se encuentra distribuido entre los diferentes escenarios, agentes educativos, herramientas de mediación y sistemas sociales (Leave y Wenger, 1991, 2002). Desde esta perspectiva se comprende la naturaleza situada del aprendizaje mediante ya que las mentes se desarrollan en situaciones sociales a través de herramientas y medios de representación que la cultura proporciona para fortalecer, extender y reorganizar el funcionamiento mental en el aprendizaje durante los procesos de coparticipación (Lave & Wenger, 1991). Desde esta perspectiva se establece que un mayor o menor dominio del aprendizaje estará mediado por el grado de participación en las actividades conjuntas (interacción entre individuos) así como por las diversas vinculaciones y participaciones de una persona con el contexto y/o grupo en el que se desarrolla (Lave & Wenger, 1991).

 

3. Las comunidades de aprendizaje (CA) como una alternativa a la educación formal y escolar

 

La propuesta de organizar una práctica educativa bajo el concepto de una comunidad de aprendizaje es un planteamiento innovador que permite organizar los procesos de enseñanza-aprendizaje desde un referente alternativo al modelo tradicional de transmisión de conocimientos. Por ello pensamos que las CA[1] son un modelo que puede ayudar a responder a los retos educativos tal y como lo hemos venido diciendo desde el principio del documento. Es así como entendemos a las CA como una forma de comunidad de práctica en la cual el objetivo u objeto de interés es la construcción de conocimiento compartido, razón por la cual es necesario el desarrollo de prácticas concretas tanto a nivel de aula como del centro escolar y/o comunidad, ya sea a nivel presencial como virtual.

 

Siendo así, pensamos que las prácticas educativas propuestas a través de las comunidades de aprendizaje implican una visión amplia de y en la educación pues toman en cuenta, como ya quedo señalado, la naturaleza distribuida y situada del conocimiento y por lo tanto del aprendizaje. Lo que significa que aprender pasa necesariamente por una interacción con otras personas, ya sea profesor-alumno, así como del aprendizaje entre pares y otros miembros que formen parte de la comunidad de aprendizaje. En este sentido, consideramos que la formación de comunidades de aprendizaje responde al desafío de desarrollar una visión amplia de la educación pues se revaloriza la importancia de otros agentes educativos así como de las interconexiones que se pueden hacer con actividades que se llevan a cabo tanto fuera como dentro de los contextos educativos formales; situación que implica necesariamente una redistribución sobre la responsabilidad de la educación hacia otros sectores de la sociedad. De la misma manera, al abrirse la participación a otros agentes educativos, se establece una vía para generar conciencia sobre la importancia de la participación de todos los agentes sociales en este proceso. Dicho planteamiento pensamos que responde al cuestionamiento de “dónde” y “con quién” enseñar y aprender propuesto desde la nueva ecología del aprendizaje.

 

Otra característica de las CA consiste en el trabajo colaborativo que se establece dentro de ella. Es decir, es necesario tener ciertas habilidades para poder desarrollarse dentro de una CA. Lo que implica el desarrollo de una interacción activa con otros agentes así como del desarrollo de la capacidad para negociar significados, acuerdos, etc. Lo que supone el establecimiento de las competencia básica para el Siglo XXI, siendo así encontramos una relación con el cuestionamiento de “qué enseñar” ya establecido también desde la nueva ecología del aprendizaje.

 

4. Hacia las comunidades virtuales de aprendizaje (CVA)

 

Las CVA quedan definidas como un grupo de personas o instituciones conectadas a través de la red que tienen como foco central una tarea de aprendizaje. Se caracterizan por ser una comunidad de intereses así como por el uso de las TIC, ya sea como instrumentos para facilitar el intercambio y la comunicación entre sus miembros y/o como instrumento para promover el aprendizaje. En estas comunidades el aprendizaje se da a través de las TIC como único instrumento mediador entre el contenido, el docente y el alumno; esto es la característica fundamental que la diferencia de otras comunidades de aprendizaje no virtuales (Coll, 2004).

 

Desde este planteamiento expondremos a continuación algunas perspectivas que coinciden con nuestra propuesta y que apoyan, en cierta forma, la importancia de las CAV como una opción pertinente dentro del contexto de cambios que estamos viviendo. En este sentido Gairin-Sallán (2006) sugiere que las CVA pueden ser un vía interesante para abordar el aprendizaje siempre y cuando se den algunas condiciones mínimas, como el situar a las personas en el centro del aprendizaje, realizar trabajo colaborativo en grupo, facilitar la participación abierta así como plantear estructuras horizontales de funcionamiento. Siendo así, y si estos prerrequisitos se cumplen, existe la probabilidad de que las CVA logren un propósito parecido a lo que ya se planteó desde la ecología del aprendizaje puesto que tienen un potencial significativo para utilizar el diálogo como eje central del proceso, logrando una mayor participación e interacción. De la misma manera se establece una responsabilidad compartida que favorece que todos los miembros de la comunidad participen en el proceso de aprendizaje. Por su parte Shiu-Wang y Min-Jhih (2013) proponen que los participantes de una CVA están más proclives a compartir conocimientos en función de su grado de adaptabilidad a la tecnología. Lo que significa que en la medida en que el sujeto se siente comodo utilizando la tecnología se encuentra más dispuesto a compartir sus conocimientos. Sin embargo, esta misma investigacion tambien indica que el grado de incomodidad en relación al uso de las tecnologia no afecta negativamente las intenciones de los estudiantes por compartir conocimientos por la misma vía.

 

5. Algunas ideas a manera de propuestas y conclusiones

 

Finalmente hemos de considerar este breve ejercicio como una aproximación al tema, por lo que ha de madurar en futuras reflexiones. Sobre todo el interés será sistematizar aquellos elementos que confieren calidad y fortaleza a una CVA y que desde el asesoramiento psicoeducativo son importantes de manejar para proveer de orientaciones pertinentes al respecto. Pensando en lo anterior es como se propone las siguientes características como rasgos que pueden ser indicados en recomendaciones sobre cambios e innovaciones en los procesos educativos de cualquier nivel escolar:

 

  • Cultura de participación, colaboración y sentimiento de comunidad.

  • Conciencia de colaboración.

  • Capacidad de lograr acuerdos y superar diferencias.

  • Destrezas de comunicación.

  • Superación individual y colectiva.

  • Certeza en emplear el contenido del proceso para obtener resultados esperados.

  • Actividades, compromisos, evaluaciones.

  • Investigación personal y grupal.

  • Prácticas y métodos de aplicación del conocimiento.

  • Herramientas digitales y tecnológicas.

  • Adecuado ambiente de trabajo.

  • Empleo de las relaciones interpersonales y empatía.

  • Crecimiento personal con participación social.

 

6. Los recursos educativos abiertos y las prácticas educativas abiertas

 

 

Referencias

 

  • Coll, C. (2013). El Currículo escolar en el marco de la nueva ecologia del aprendizaje. Aula de Innovación Educativa, 31-36.

  • Gairín Sallán, J. (2006). Las Comunidades Virtuales de Aprendizaje. Educar, 41-64.

  • OECD. (2012). Connected minds: Technology and today´s learners. Educational Research and Innovation. OECD Publishing en línea.

  • Shiu-Wang, H., & Min-Jhih, C. (2013). Are you ready for knowledge sharing? An empirical study of virtual communities. Computers and Education, 8-17.

  • Tedesco, J. C. (2003). Ponencia cicle "Debates de Educación" Fundación Jaume Bofill y UOC. Barcelona.

  • UNESCO. (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. Informe mundial de la UNESVO. Paris: Ediciones UNESCO.

  • Cole, M. & Engeström, Y. (2001). Enfoque histórico-cultural de la cognición distribuida. In Salomon, G. (Comp.) Cogniciones distribuidas. Consideraciones psicológicas y educativas. Buenos Aires: Amorrortu,

  • Salomon, G. (2001). Introducción del compilador. In Salomon, G. (Comp.) Cogniciones distribuidas. Consideraciones psicológicas y educativas. Buenos Aires: Amorrortu, pp. 11-22.

  • Lave, J. (2001). La práctica del aprendizaje. In Chaiklin, S & Lave, J. Estudiar las prácticas. Perspectivas sobre actividad y contexto. Buenos Aires: Amorrortu,

  • Lave, J., y Wenger, E. (2003) Aprendizaje situado: participación periférica legítima. México, UNAM, Facultad de Estudios Superiores Iztacala.

  • Coll, C. (2013) “La educación formal en la nueva ecología del aprendizaje: tendencias, retos y agenda de investigación” en Rodríguez Illera, J.L. (Comp.) (2013). Aprendizaje y educación en la sociedad digital. Barcelona: Universitat de Barcelona. [en línea] http://www.ub.edu/seasd/descarregues/ [accesado el 19 de marzo de 2014]

  • Coll, C. (2010). “Enseñar y aprender en el mundo actual: desafíos y encrucijadas” en Pensamiento Iberoamericano, 7, 44-66. [en línea]  http://www.psyed.edu.es/grintie/proGrintie/CC_2010_PensamientoIberoamericano.pdf [accesado el 6 de junio de 2013]

  • Wenger, E. (2006). Communities of practice, a brief introduction. Accesible (28.03.2011) en:http://www.ewenger.com/theory/communities_of_practice_intro.htm

  • Lave, J. & Wenger, E. (1991/2002). Situated learning. Legitimate peripherical participation in communities of practice. In: M. R. Lea & K. Nicoll (Eds.), Distributed learning. Social and cultural approaches to practice (pp. 56-63). London & New York: Routledge/Falmer.

 

 

 

[1] Dichas características son: una visión amplia de la educación, una responsabilidad compartida del aprendizaje y una noción distribuida de la cognición  (Coll, 2004).

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